En estos días de celebración del Orgullo para la comunidad LGBTIQ, toca hacer una reflexión en torno a la tolerancia. Los practicantes del cruising, seamos o no gays, bisexuales o heterosexuales… nos queramos o no nos queramos definir con etiquetas, debemos también tolerar y ser tolerados, respetar y ser respetados.
Las enfermedades e infecciones de transmisión sexual (referidas como ETS o ITS) son el mayor problema de las prácticas sexuales liberales y uno de los mayores miedos a la hora de practicar cruising. SIDA, sífilis, hepatitis, clamidia, gonorrea, virus del papiloma humano… son muchas las enfermedades de mayor o menor gravedad que podemos contraer si no tenemos precauciones. Para evitarlas, es importante informarse y en un momento dado saber dónde acudir en Bilbao para salir de dudas.
Hablamos mucho de que el cruising reúne a hombres de muy diversos tipos, o que se puede realizar en diferentes clases de lugares, pero ¿cuáles son las prácticas más habituales en el cruising? Una duda común de quien va de cruising es no saber qué se va a encontrar, si todo el mundo va buscando sexo anal o si sólo quieren morbosear un rato. ¿Y ya de paso, hay alguna peculiaridad local en estas preferencias en el cruising de Bilbao y cercanías? Vamos a verlo.
Las saunas gays suponen un nuevo mundo para el amante del cruising más exigente. Comodidad y servicios hacen de esta forma de tener encuentros sexuales uno de los símbolos de la cultura gay, disfrutado sin embargo por hombres de todo tipo. Todo ello no es gratis, como en el cruising, pero sí por un precio razonable. Si estás planteándote ir a una sauna gay en Bilbao, sigue leyendo.
Un tema espinoso. El cruising es una actividad lúdica y lógicamente placentera. Y como tal puede provocar cierta adicción, por diversos factores. La adicción sexual y al morbo, si se juntan con demasiado tiempo libre, pueden dar malos resultados.
Una de las zonas predilectas para el cruising urbano son los baños públicos. En efecto, los WCs públicos de parques, centros comerciales, estaciones de tren y autobuses, son uno de los sitios predilectos por los hombres amantes del cruising. Bilbao no es excepción.
Cuando alguna gente piensa en el cruising y sobre todo cuando esta práctica es retratada en algún medio de comunicación, siempre se enfoca hacia el vicio, el libertinaje, la pobreza moral, la suciedad tanto física como de espíritu.
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Por lo que conocemos, el cruising en Bilbao y alrededores es bastante seguro, con apenas incidencias. Si bien es cierto que dado el carácter clandestino del cruising, se da a que haya pocas denuncias que delatarían de que la víctima se hallaba buscando sexo en una zona de cruising.
Cruising Bilbao 